Se le ocurrió que llenar la España Vaciada de parques de caravanas era la «solución final» para casi todo y…

El tiempo se ralentizó, como cuando te revuelca una ola o entrevistan a Butragueño en la tele y no encuentras el mando

La reunión tuvo lugar en el efervescente Ministerio de Burocracia Central, surgido «orgnánicamente» en 2026 como respuesta la Directiva Europea W

(conmemorativa de los 30 años de Maastrich y la «convergencia» al Euro)



Los géneros habían sido sublimados (por la Directiva) y habíamos empezado a denominarnos alternando en escrupuloso orden cada término oficial:

– A
– E
– X
– O
– Arroba

Para cumplir con las disposiciones, todas las reuniones debían contar con un mínimo de 5 asistentes y, a partir de ahí…

Múltiplos de 5, claro

(que sarta de estupideces se le ocurren a uno cuando se desvela)

El caso es que eran 24 entes para la reunión y, como el tema era urbanismo, se les ocurrió invitar a un arquitecto municipal de mediana edad

Así, quedaron:

– Ministras (5)
– Asesores (5)
– Top Voicex de Linkedin (5)
– CEOs (2), Directores Generales del Ministerio (2) y Arquitecto (1)
– Secretari@s (4) y la IA (1)

(la directiva también cualificó la IA como «humanoide» ya que cuando piensa, malgasta enegía, como tú y como yo)

Al grano/

El arquitecto, honrado por la invitación, escuchó atentamente las diversas intervenciones y cuando la IA le pidió, por favor una opinión, ya sabes…

[Adpota el rol de…]
[Téncico]
[En Piloto automático]
[Autocensura]
[Salvar El planeta Sin Desmontarnos El Teatrillo]

«Pues….¿parques de caravanas?»

¡Vítores!

(se paró el tiempo, solo para él)

«Click»

1. En su cuarderno de arquitecto, en piloto automático, había escrito la frase de la camiseta de hoy

2. En su cabeza, sonaba la copla aquella:

«Quillo, ya era hora de parar los pies y virar en redondoooo»
(créditos en comentarios)

3. Se dió cuenta de que estaba solo en la sala de chat

…y empezó un nuevo cuaderno para dibujos, ideas, chistes subversivos, edificios y conceptos urbanos ilegales por exceso de belleza y pragmatismo del que en vez de sostener, regenera…



Pienso, luego malgato energía
Soy un Malapraxis Ⓡ
Como tú

Cada vez que vendo un proyecto, hago una camiseta a costa del cliente. Para él, si la quiere. Para mí, si no

Esta se nos ha ocurrido a un arquitecto suscriptor de la newsletter de Malapraxis Ⓡ y a mí

Ha provocado risillas -que no vítores- entre otros arquitectos suscritos y creo que esa es la clave

El trabajo en equipo y la desverguenza provcan risillas, lo otro vítores



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